Fic Colectivo - Cuarto Capitulo

Actividad: Fic Colectivo (incompleto)
Autora:Sherezada
Fecha: 26/06/2009


-¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAANZUUUUUUUUU UUUUUUUUUUU!!!!-entró gritando una joven.
-¡¡Ah!! ¡¡Mana no me asustes así!! ¿¡Qué te pasa!?-le contestó la aludida dejando caer varias fuentes por el susto.
-¿¡Con que no te pasó nada interesante!? ¿¿¡¡Y COMO LE LLAMAS A ENCONTRARTE CON EL PRÍNCIPE DE EGIPTO!!??-le gritó rápidamente.
-... ¿Cómo...?-fue todo lo que pudo decir.
-¿¡Cómo!? ¡¡Atem y yo somos amigos desde que usábamos pañales!! ¿Y qué crees? ¡¡Acaba de preguntarme por ti!!-le contestó.

Anzu sintió que se le congelaba la sangre. ¿¡Mana conocía al príncipe desde pequeños!? ¡¡Sabía que las mentiras tenían patas cortas pero esto era ridículo!! ¡Además él preguntó por ella! Mana no sería capaz de decirle que... no... ¡No sería capaz! ¿¡Verdad!?
La otra joven pudo descifrar lo que su amiga pensaba y le dijo que no se preocupara, le dijo que no sabía de quién le hablaba, pero también le advirtió que tarde o temprano descubriría la verdad. ¡Que no la conociera fue un milagro, pero era obvio que si ambos vivían en el mismo palacio tarde o temprano se iban a ver!
La castaña supo que su amiga tenía toda la razón, pero al mismo tiempo pensaba que ella estaba a salvo... después de todo la familia real nunca bajaba a la cocina...

-¿Y qué harás?-preguntó Mana.
-¿Sobre qué?-dijo confundida.
-Le dijiste que entraste para ver a tu prima, cuando en realidad TÚ eres la que trabaja aquí... ¿Qué harás si él te ve? Si descubre la verdad sabrá que huíste de tu trabajo...-explicó la joven cruzándose de brazos.
-...Yo... No lo sé...-contestó Anzu, deprimida.

Las semanas pasaron, y Atem no volvió a ver a la joven... Pero el destino es mucho más caprichoso de lo que cualquiera de nosotros pueda imaginar, y ayudado por Fortuna, las cosas iban a cambiar.
Una mañana, varios sirvientes sufrieron una indisposición. La comida que les habían dado la noche anterior no estaba en muy buenas condiciones. Por tanto mucha gente del personal no podía trabajar ese día, y tenían que usar a los que quedaban sanos... Anzu era una de ellos. Si bien Mana intentó convencer al cocinero que ella también estaba enferma del estómago, el hombre no cayó y obligó a trabajar a la joven. Ese día no sólo asearía la cocina, sino también varios sectores del palacio. Entre ellos, la cámara donde siempre se reunía la corte del Faraón.
Para su desgracia, ese día se estaba llevando acabo una reunión donde se discutía la celebración por la coronación de Atem, motivo por el cual también estaba TODA la familia real allí...

-Bueno... Inicia la reunión para tratar los preparativos para la coronación.-anunció uno de los sacerdotes, su nombre era Shada.
-Como nos indicaron sus altesas, la ceremonia se realizará en tres semanas y...-de repente el joven fue interrumpido.
-¿¡Qué!? ¡¡¡Tres semanas!!! ¡Padre! ¿¡Nadie me avisó respecto a la fecha de MI PROPIA coronación!?-gritó Atem, indignado.
-Atem, compórtate. Hijo, yo...-comenzó a excusarse su padre.
-¡Atem! ¡Ya tienes edad suficiente para gobernar! ¡Ya no eres más un niño! Akunumnam, deberías controlar mejor a tu hijo; ya fue suficiente de respuestas innecesarias y huídas nocturnas. Joven Mahad, prosiga.-ordenó terminante su abuelo.
-¡S...sí! Como ya se dijo, la fecha de coronación se pactó para dentro de tres semanas. A pesar del corto tiempo, la servidumbre a trabajado tiempo extra para tener los arreglos listos a tiempo. Sólo faltan dos o tres detalles.-anunció.
-Como por ejemplo... conseguir que todos los sacerdotes lleguen al templo de Ra...-dijo con cierto temor la única mujer en la corte, Isis.
-¿Y eso a qué se debe?-preguntó Akunumkanon, el padre de Atem.
-Eh...-los miembros de la corte se miraron entre ellos.
"Genial, los sacerdotes pueden huir sin que nadie lo note, pero yo no..." pensó Atem.

En ese momento una puerta trasera se abrió de repente, mostrando a algunas jóvenes las cuales estaban limpiando la sala desde hacia algunas horas antes que se llevara a cabo la reunión. Eso sorprendió a las personas allí convocadas... Pero no tanto como a dos chicas que por suerte ninguno llegó a ver.
Una joven de cabello largo y castaño oscuro había reaccionado rápidamente y empujado a su amiga contra una pared saliendo del campo visual de todos los allí presentes. Su amiga le preguntó qué le ocurría.

-¡EL MAESTRO MAHAD Y EL PRÍNCIPE ATEM ESTÁN AHÍ!-gritó histérica y con miedo.
-¿¡Qué!?-dijo la otra.

Si salía, sin duda él descubriría su mentira...